La guerra contra las drogas impulsada por el gobierno de los Estados Unidos a partir de los años 70 puso en evidencia las consecuencias que el consumo frecuente de sustancias como la cocaína, la heroína y las metanfetaminas, entre otras, pueden acarrear en los consumidores y en las sociedades; sin embargo, hay un tipo de adicción que está subestimado y que incluso es legal.
Se trata de la farmacodependencia, un problema de salud al que los trabajadores sanitarios están expuestos, es por eso que quisimos hablar con Efrén Martínez, doctor en psicología, especialista en farmacodependencia y presidente del Colectivo Aquí y Ahora, quienes han liderado el tratamiento y prevención de todo tipo de adicciones en nuestro país.
InfoSCARE: ¿Qué tan frecuente es la farmacodependencia en el talento humano en salud?
Efrén Martínez: Es mucho más frecuente de lo que se cree y mucho menos registrado de lo que debería, porque no es fácil. Hay variaciones importantes, es distinta, por ejemplo, la dependencia en los residentes frente a los especialistas, es mucho más alta en los residentes y también en personas menores de 30 años. En el sector de la anestesiología, por ejemplo, un residente tiene 7 veces más incidencia que otro a engancharse a una sustancia, además el tema de la accesibilidad, especialmente a sustancias como los opiáceos y el fentanilo hace que sea mucho más fuerte.
En datos, referente al tratamiento de médicos, entre el 12% y el 14% suelen ser anestesiólogos o estudiantes de anestesiología, lo que es una cifra alta, de estos el 75% no está enganchado a drogas típicas como la cocaína o la marihuana sino a opiáceos, datos que son similares en cada país del mundo.
InfoSCARE: ¿Por qué los profesionales de la salud están más expuestos a este tema?
E.M: Hay varios puntos clave:
- Llevan un estilo de vida laboral muy delicado; las largas jornadas, los horarios nocturnos, la urgencia y la presión que genera tanto estrés, el contacto con la muerte, entre tantos temas, hace que sean muy vulnerables a que ciertas sustancias les produzcan “ganancias tempranas” en términos de relajarse o tranquilizarse.
- El acceso, para ellos es muy sencillo tenerlo.
- La curiosidad, y es por eso que no se hace extraño que los datos sean más elevados en residentes que están conociendo todas estas cosas en su etapa formativa.
- A veces hay un sentimiento de invulnerabilidad, donde al conocer cómo funcionan las cosas en nuestro organismo creemos que podemos manejarlo y lidiar con todo y que no va a pasar nada, lo que hace que sea facilita que termines cometiendo errores.
InfoSCARE: ¿Existe alguna estadística o estudio de cuáles son esos fármacos más usados y qué riesgos conllevan?
E.M: Quizás el más riesgoso dentro del gremio es el fentanilo, es cómo el “coco” de las drogas, pero no es el único opiáceo que se consume, puede haber altas tasas de consumo de alcohol, hidrocodona, codeína, pero el foco fuerte y delicado es el fentanilo.
InfoSCARE: ¿Qué consecuencias tiene para un trabajador de la salud la farmacodependencia?
E.M: Desde temas de iatrogenia médica, errores que pueden costar vidas, y no hablo de los pacientes sino del mismo profesional, la adicción, las enfermedades derivadas de esta. Hoy en día se le presta cuidado, pero durante mucho tiempo fue un tema silencioso y, aun así, aunque se le preste atención la negación es muy alta, no solamente por parte de la persona que está consumiendo sino de los mismos colegas que, incluso aunque suene un poco feo, terminan siendo cómplices a veces, ocultándole y tapando cosas porque saben que es un tema delicado y que su carrera profesional puede estar en riesgo, con el agravante de que al hacer eso terminamos poniendo en riesgo la vida de todo el mundo.
InfoSCARE: ¿En la vida personal de un trabajador de la salud qué efectos pueden llegar a evidenciarse?
E.M: Cambios abruptos en el estado de ánimo, aislamiento, algunas personas empiezan a pasar más tiempo en el trabajo, cambios inusitados de turnos o actividades en los que quieren estar en el trabajo o estar a solas dentro de su jornada laboral, lo que hace que los vínculos personales cada vez sean más pobres porque no se ven con otras personas.
Las adicciones a opiáceos son adicciones muy solitarias, no es lo mismo el que se hace adicto al alcohol que suele ser algo muy social, por lo menos en ciertas etapas o el que se hace adicto a la cocaína que también suele ser muy social. Los opiáceos son muy solitarios y producen un aislamiento fuerte en los vínculos, ocasionan problemas interpersonales que llevan a divorcios, dificultades con los hijos fruto de los cambios anímicos que se dan, aumento de la depresión, de la ansiedad y de los problemas de salud mental en los profesionales.
InfoSCARE: ¿Cómo puede un médico o cualquier trabajador del sector salud darse cuenta de que un colega está inmerso en este tipo de adicciones?
E.M: No es tan sencillo, porque es distinto el consumo de la cocaína al consumo de la codeína, los síntomas son diferentes, pero hay algunos puntos de sospecha importantes, por ejemplo van más seguido al baño, -uno dice esto qué tiene que ver-, pero lo hacen porque necesitan cada cierto tiempo tener una dosis y el baño es un lugar de privacidad; solicitudes de permanecer horas extra más allá del horario laboral, son movimientos extraños; la somnolencia en el caso de algunas sustancias; los cambios anímicos frecuentes y extraños; una sensación de que este compañero está enfermo todo el tiempo.
Pero pueden cambiar los síntomas, mientras algunos pueden experimentar durante el craving[i] (Sensación de querer volver a consumir con urgencia una droga )inquietud, náuseas, intolerancia, otros podrían estar tranquilos y más bien somnolientos, pero eso depende del tipo de sustancia y de si está bajo el efecto del consumo o si está en un periodo agudo de síndrome de abstinencia, donde nos podemos encontrar con la piel de gallina por ejemplo, lagrimeo, rinorrea, que uno puede llegar a ver sospechoso. El profesional de la salud siempre tiene buenas excusas y muy buenos argumentos para decir por qué está como está, siempre va a haber un virus de excusa, una comida que lo intoxicó, entonces no es tan sencillo excepto cuanto tú conoces un poco del tema, y ahí es importante que los trabajadores de la salud puedan conocer cómo funcionan estas adicciones para que sea más fácil brindar ayuda.
InfoSCARE: ¿Cuál es la ruta ideal para abordar a un colega o un amigo que pueda llegar a tener cualquier tipo de adicción?
E.M: Lo primero que hay que hacer en un mundo adulto de consumo es acercarse a la persona directamente, porque a veces uno dice yo voy a ir directamente a comunicar, pero si estás hablando de un amigo, colega o un compañero de residencia es distinto, hay unos temas que te pueden llegar a crear conflicto en términos personales, por eso la primera opción es acercarse directamente a esa persona y mi recomendación es plantearle 3 cosas:
- Cuentas tú y pedimos ayuda
- Cuento yo y pedimos ayuda
- Contamos juntos y pedimos ayuda
Esto para que la persona no se sienta traicionada y además se sienta apoyada y acompañada.
InfoSCARE: Si yo fuera un médico, ¿qué síntomas podrían indicarme que estoy cruzando un límite?
E.M: El primer gran limite es la automedicación, desde el momento que tú te descubres auto medicándote esto ya no va tan bien, por ahí no es. Si dejamos esto de lado el síndrome de abstinencia, la tolerancia, el aumento de la dosis para alcanzar el estado deseado ya son pésimos indicadores.
Consumir una pastilla de algo no indica que ya soy un adicto a eso, sino que es un proceso de cuatro fases: experimentación, uso, abuso y dependencia, todas estas son etapas distintas. En la fase experimental yo tengo curiosidad por saber qué se siente, si pasamos al uso uno escoge cuándo, dónde, con quién y en qué cantidad usarla, aquí aún tienes un margen de control; cuando llegamos al abuso ya no escojo cuándo cómo y dónde usarla, sino que empiezo a crear las situaciones para hacerlo, mientras que en la fase de dependencia prácticamente consumo cuando puedo.
InfoSCARE: ¿Cómo podemos prevenir la farmacodependencia?
E.M: Lo que hay que hacer es disminuir los factores asociados a la vulnerabilidad, esto quiere decir, trabajar en el cuidado de la salud mental, disminuir los elementos que hacen que el estrés se maneje de una forma inadecuada, así como las estructuras organizacionales que lo hacen parecer como lo normal y las relaciones interpersonales y de poder que hacen que aumente.
Si trabajamos con fuerza en el estilo de vida de los médicos, es importante que tengan una buena higiene del sueño, que sean conscientes de cómo nutrirse y alimentarse mejor, en las instituciones o en sus casas tener los elementos adecuados para hacer deporte o tener prácticas como yoga y meditación que puedan ayudar a disminuir los niveles de estrés. Además de esto, también hay que trabajar en la obsesividad y la prepotencia de algunas personas que creen que pueden con todo, que no les va a pasar nada y que son invulnerables. Si tenemos en cuenta todo lo anterior es posible que exista la curiosidad, incluso que un día algunos prueben, pero la probabilidad de que se enganchen va a ser mucho más baja.
InfoSCARE: Para finalizar quisiéramos que nos contara cuál es el trabajo que hacen aquí desde el Colectivo y ¿cómo puede un trabajador de la salud llegar a ustedes?
E.M: Mucho de nuestro esfuerzo ha sido tener organizaciones que presten tratamiento de adicciones en diferentes modalidades, desde aquellas que van dirigidas a personas que están en fase de abuso, hasta las que ya están en fase de dependencia, pero lo que más nos ha caracterizado es que tomamos la evidencia científica, psicológica y la traducimos en modelos que no vas a conseguir en el país. Por ejemplo, nosotros somos la única clínica que separa los adolescentes de los adultos, si tú tienes un colega que está enganchado a una sustancia y lo llevas a una clínica de adicciones al lado de chicos de 15 o 16 años la adherencia al tratamiento va a ser muy bajita, va a querer irse de ahí cuanto antes, nosotros los separamos porque son momentos de vida diferentes.
Es distinto tener un lugar a donde acuden profesionales especialistas a un lugar en donde asisten personas que por sus condiciones de vida están en situación de calle o en otro tipo de contexto, porque no vamos a conectar y no va a ser fácil que la persona quiera quedarse, el tema de la adherencia al tratamiento es un dolor de cabeza en estos casos.
Lograr generar un lugar con buen nivel de anonimato, con un alto grado de personalización, donde separamos a poblaciones, hace que tú puedas tener una muy buena opción, pero además que no te sientas hospitalizado. Estamos en una finca campestre, sin rejas, sin paredes, sin guardias de seguridad, como si estuvieras en un campo de verano para adultos, eso hace que nuestro nivel de adherencia sea gigante, nosotros tenemos un índice de abandono del 5% y esto tiene que ver un poco con ese tipo de condiciones.
Lo que hace la gente para acceder a nosotros es tener un primer contacto con la organización, hacemos evaluación por psiquiatría y psicología, de tal forma que determinamos si esta persona puede continuar con sus actividades laborales y tener un dispositivo de terapias que le ayude o si tendría que parar unas semanas, resolver este tema y después retomar su vida. Contamos con todo el espectro, tanto para hacerlo 100% de manera virtual, como para hospitalización e internamiento.
Finalmente, este es un riesgo que necesita especial atención, es por eso que la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, invita a todas las organizaciones a trabajar en pro de disminuir los niveles de estrés y de carga laboral de su talento humano, y a los trabajadores del sector salud a seguir las recomendaciones del Dr. Efrén Martínez, cuidar de su salud física y mental y prestar apoyo a los colegas que puedan estar inmersos en este, o cualquier tipo de adicción. Para más información los invitamos a ponerse en contacto con el Colectivo Aquí y Ahora ingresando a su página web.
[i] Sensación de querer volver a consumir con urgencia una droga.