La cirugía es un campo dinámico y en constante evolución, donde la seguridad es de suma importancia. Sin embargo, incluso con los avances tecnológicos y la experiencia médica, los riesgos inherentes a los procedimientos quirúrgicos siempre están presentes. Es por ello que la aplicación de herramientas simples, pero efectivas, como la lista de chequeo quirúrgica, se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la seguridad del paciente y optimizar los resultados quirúrgicos, disminuyendo reingresos y costos de no calidad asociados con la atención médica, mejorando así la reputación del personal sanitario y la credibilidad de la institución.
La lista de verificación ha demostrado ser una defensa invaluable contra los errores humanos y al entender mejor cómo liberar el potencial de esta herramienta, no solo podemos elevar los estándares de seguridad, sino también transformar positivamente la experiencia para los pacientes, involucrándolos en su cuidado y generándoles confianza.
Al hablar de cifras, la Organización Mundial de la Salud –OMS– estima que más de un millón de pacientes fallece anualmente por complicaciones quirúrgicas y al menos siete millones de personas sufren complicaciones que generan alguna discapacidad. De la misma manera menciona que, aunque las tasas de mortalidad perioperatoria relacionadas con la anestesia han disminuido progresivamente en los últimos 50 años, aún siguen siendo altas, exhortando al personal sanitario a seguir trabajando por la seguridad en cirugía a través de la aplicación correcta de la lista de chequeo.
Es por eso que la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E) desde el año 2014 ha venido promoviendo programas de promoción y prevención para la seguridad del paciente, que apoyan la ejecución correcta de las paradas de seguridad contenidas en la lista de chequeo, a través de la aplicación de talleres y entrenamientos in situ que propenden por la apropiación de conocimientos. Estos programas han impactado instituciones prestadoras de servicios de salud ubicadas a lo largo y ancho del territorio nacional, encontrando que en un 97% de los procedimientos quirúrgicos se realiza el diligenciamiento de la lista de chequeo, mientras que únicamente se ejecutan las paradas de seguridad iniciales y finales en un 46% y 25% respectivamente. Estos datos evidencian la necesidad de continuar trabajando por el fortalecimiento de la ejecución de dichas paradas, en las cuales se verifique con todo el equipo la información contenida en la lista.
El factor determinante para realizar una cirugía sin sorpresas y liberar el potencial de la lista de chequeo depende más de la aplicación correcta de las paradas de seguridad, que del simple diligenciamiento de esta; por consiguiente, es necesario realizar un ejercicio de comunicación asertiva que incluya la verbalización y la verificación cruzada, completa y ordenada de los ítems, por parte de todos los miembros del equipo quirúrgico incluyendo, de ser posible, al paciente.
Las paradas de seguridad se efectúan en diferentes momentos del procedimiento quirúrgico, la parada inicial se realiza antes de la inducción de anestesia y consiste en verificar aspectos determinantes para la preparación y realización de procedimientos quirúrgicos, como la identidad del paciente, el sitio operatorio, la disponibilidad de equipos, insumos, sangre, administración de profilaxis antibiótica, medicamentos prescritos, alergias, entre otros. Por su parte, la parada de seguridad final debe efectuarse antes del cierre de planos, abordando elementos relacionados con el conteo de material utilizado y la planeación del posterior traslado del paciente a la unidad de cuidados postanestésicos o de cuidados intensivos. Omitir estas paradas podría resultar en errores u omisiones con consecuencias nefastas.
Una verificación consciente incluye la lectura en voz alta, paso a paso y por parte de un líder, asegurando que ningún detalle sea pasado por alto, y que se obtenga toda la información necesaria para la toma de decisiones en el entorno, teniendo en cuenta que cada procedimiento puede variar de acuerdo con las condiciones del paciente.
Aunado a esto, es importante aclarar ciertas dudas que permitan diferenciar conceptos que pueden conllevar a la realización de las actividades concernientes a una cirugía segura.
En resumen, la lista de chequeo quirúrgico ha demostrado ser una herramienta invaluable para mejorar la seguridad y la calidad de la atención quirúrgica, estrategias como trabajar en equipo, comunicarse asertivamente, utilizar un tono de voz acorde, verificar los ítems en orden, establecer un líder para el diligenciamiento de la lista, establecer un líder para la ejecución de las paradas de seguridad y sensibilizar al equipo quirúrgico acerca de la responsabilidad compartida pueden hacer la diferencia. Liberar el potencial de la lista de chequeo está vinculado estrechamente con la ejecución de las paradas de seguridad, involucrando al equipo quirúrgico y al paciente, de esta manera, se pueden evitar sorpresas desagradables en el camino.
Referencias
- World Health Organization: WHO. (2019). Seguridad del paciente. Tomado de: https://www.who.int/es/news-room/facts-in-pictures/detail/patient-safety