ISSN-e: 2745-1380

¿Ya iniciaste tu proceso de sanación? Estrategias para afrontar el duelo en el ámbito personal y laboral 

En uno de nuestros espacios de bienestar emocional para el talento humano en salud, tuve la valiosa oportunidad de contar con una participante que habló desde su experiencia y mencionó un caso que le sucedió: «He pasado por grandes quebrantos en mi vida. Perdí a mi hijo de 8 años por un diagnóstico de cáncer; unos años antes había fallecido mi padre y, hace unos meses, lastimosamente, también perdí a mi mascota. “No lo niego, a veces siento que no puedo más, sobre todo cuando tengo pacientes de esas edades; sin embargo, he aprendido a sanar en mi proceso y, aunque siento desfallecer, todos los días hay una nueva esperanza.”» (profesional de la salud, 2023). En ese momento, un espacio de silencio quedó en el ambiente y siento que cada uno de los participantes reflexionó y comprendió que muchas veces el ser humano debe aprender a ser resiliente pese a las múltiples adversidades.  

Ante la palabra muerte, muchos podemos sentir tristeza, duda, inquietud, temor y un sin fin de sentimientos que muy pocas veces llegan a ser positivos, sin embargo, llegar a ese grado de consciencia donde se agradece y se tiene claridad de la situación, no es imposible, solo que toma un largo camino.  

Ahora bien, cuando me refiero a la muerte, lo hago de una manera muy metafórica pues no sólo implica el hecho de la culminación de la vida de una persona o un ser vivo, sino la finalización de procesos que nos atañen en toda nuestra vida: una pérdida de un trabajo, una pérdida de una relación laboral, una pérdida de una relación personal, una pérdida de una mascota, entre otras; y justo en este proceso es donde comprendemos el significado de la muerte y el inicio del duelo.   

Este artículo tiene por objetivo brindar al lector una serie de estrategias para afrontar el duelo en el ámbito personal y en el entorno laboral en el que se encuentran los profesionales de la salud, sin embargo, se hace necesario definir el concepto de duelo e integrarlo a las pérdidas que tenemos a lo largo de nuestra historia de vida.  

El duelo 

Según el psiquiatra Saúl David Flórez, el duelo “no es un trastorno mental, es un proceso doloroso e inesperado en respuesta a la muerte de un ser querido o de una pérdida significativa” (Flórez, 2022, pp. 77), por su parte Colin Murray Parkes indicó que el duelo se considera como un proceso de adaptación a una pérdida significativa (Parkes, 1996), y finalmente, Soto et al, señala:  

“Es un sentimiento subjetivo que aparece tras la muerte de un ser querido y proviene del latín dolos que significa dolor. También es un estado en el que el individuo transmite o experimenta una respuesta humana natural que implica reacciones psicosociales y psicológicas a una pérdida real o subjetiva (personal, objeto, función, estatus, etc.) (Soto., et al, 2009, pp. 5)”. 

Fuente: https://escueladesalud.comunidad.madrid/landing-page/830.html 

Etapas de duelo  

Entendiendo la definición del duelo, cobra sentido señalar que muchos de los grandes exponentes de esta teoría, señalan que existen unas etapas por las cuales debe pasar el ser humano para sobrellevar la situación, no es necesario que los pasos tengan una secuencialidad, pero generalmente, así se desarrollan:  

Fuente: https://romptemueve.org/lo-que-un-amputado-debe-saber-sobre-el-proceso-de-duelo/ 

Según la psiquiatra Kübler-Ross, estas son las 5 etapas por las que debería pasar una persona que ha tenido algún tipo de pérdida emocional en su vida.

La fase 1: la negación, ocurre inmediatamente después de que se ha presentado la pérdida y se desarrollan frases como: “Esto no puede ser posible”, “Esto no me puede estar pasando a mí”, “Es mentira” y “Me están jugando una broma”. Claramente, el sentimiento que se percibe es de miedo, angustia y temor.  

La fase 2: la ira, también viene acompañada en algunos momentos con sentimiento de culpa, impotencia o de hacerse cuestionamientos propios de “Si hubiera…”, en esta fase se encuentran sentimientos asociados a la rabia, ira y frustración.  

La fase 3: la negociación, se caracteriza por la dificultad o incapacidad de aceptar la realidad de la pérdida, muchas veces esto se suele ver como un mecanismo de defensa, sin embargo, si no se desarrolla, podría considerarse como duelo patológico. 

La fase 4: la depresión, y viene acompañada por una tristeza extrema, no obstante, esto le permite a la persona confrontar y procesar la magnitud de su pérdida y aunque es una fase dolorosa, es crucial para la sanación a largo plazo. Finalmente, en la fase (5) llega la aceptación, la persona comienza a aceptar la realidad de la pérdida y encuentra una manera de seguir adelante con su vida; aceptar la pérdida no significa que la persona olvide a quien ha perdido o deje de sentir tristeza, sino que encuentra una forma de vivir de manera plena y significativa a pesar de la pérdida.  

Vale recordar que estas etapas no son lineales y tampoco tienen un tiempo de duración preestablecido; el duelo para cada ser humano es diferente, así como quizá haya personas que logren llegar a la aceptación en 6 meses, hay otras que logran llegar a esta fase en 6 años, todos los procesos son distintos, pero hay que identificar hasta qué punto cada una de las fases se está desarrollando de manera fluida o en qué momento podría considerarse como un duelo patológico.  

Fuente: https://www.juliapascual.com/duelo/ 

Estrategias de duelo en el ámbito personal.  

A continuación, brindaré una serie de estrategias y técnicas que pueden ser efectivas y prácticas para llevar a cabo el proceso del duelo: 

A. Conductas y notas mentales

  • Saber que los síntomas son normales: hay que permitirse estar en duelo (adaptativas) las emociones no van a durar para siempre, la intensidad bajará. Síntomas emocionales: tristeza, angustia, culpa, soledad. Síntomas físicos: alteración del sueño, apetito, taquicardia. Síntomas conductuales: hiperactividad o sedentarismo, aislamiento y hablar con quien falleció. Síntomas cognitivos: obsesión, despistes, fallas de concentración, confusión. 
  • Expresar y desahogarse emocionalmente: verbalizar y compartir experiencia (diario, libreta, cuaderno). 
  • Mantener conductas de autocuidado a mediano plazo: higiene, alimentación, horarios, rutinas, actividades diarias. 
  • Ritos de despedida: crear espacios de recuerdo, rincón de recuerdo en casa, álbum de recuerdos, recuperar videos, generar caja de recuerdos, carta de despedida. 
  • No tomar decisiones de manera apresurada.

B. Aprendiendo a sanar

  • Exprésate: llora, grita, elige tiempos para tu desahogo. 
  • Vive: realiza 5 actividades cotidianas (bañarse, comer, etc.)
  • Reúnete: con familia o personas que compartan el duelo, hablen de experiencias, reír y llorar recordando también ayuda a procesar la ausencia.  
  • Otorgar un nuevo lugar en la vida: en casa.  
  • Charla con tu ser querido: escribir carta, agradecer, pedir perdón y despedirse, poner la carta en un lugar especial.  
  • Déjalo ir: dolor y alivio. 
  • Realización de rituales: es importante hacer rituales simbólicos donde se finalice el proceso y se agradezca por las lecciones aprendidas, esto facilita la expresión de la emoción, el apoyo familiar y el cierre del ciclo. Al integrar estos rituales en el proceso de duelo, los individuos pueden encontrar una forma más saludable y significativa de enfrentar la pérdida. 
  • Cortar el hilo: para la siguiente actividad se necesita una almohada, cuerda o hilo, tijeras y ubicarse en un espacio liberador:

Paso 1. Abraza la almohada y amárrate junto a ella con la cuerda; piensa que ahí estás con esa persona, ese proceso, ese animal; abrázalo como si sintieras que está contigo.  

Paso 2. Exprésale lo que sientes en ese momento: “Te extraño”, “Me han pasado tantas cosas”, “Te amo”.  

Paso 3. Suéltalo y exprésale las siguientes palabras: “Hoy te suelto y aprendo a vivir sin tu presencia física”, “Te llevaré por siempre en mis pensamientos y acciones”.  

Paso 4. Agradece y empieza a sanar, haz un proceso de reflexión y agradecimiento, puedes mencionar palabras como: “Gracias por haber estado y por estar en mi vida, me libero del dolor y te libero”.

Paso 5. Corta con la tijera, el hilo que los está sosteniendo y mientras lo haces di: “Te libero”.  

Estrategias de duelo en el entorno laboral, centrado al entorno hospitalario. 

¿A cuántos pacientes has visto morir?, ¿Cuál fue tu primer paciente con el que tuviste que enfrentarte a la muerte?, ¿Qué sentiste? Probablemente, nos tocó afrontar estas situaciones sin ningún apoyo adicional, por esta razón quiero compartirte las siguientes estrategias:  

A. Participar de ritos de despedida ante la muerte  

Los profesionales que se ven inmersos en estas situaciones, deberían realizar este tipo de rituales que favorecen la contención emocional, entre todos los que atendieron al paciente, pueden reunirse, hablar del vínculo que se generó con el paciente y su familia, indagar sobre su aprendizaje, sobre el dolor y soltar.  

“En la unidad intentamos cada vez que fallece un paciente, juntarnos con las personas que estuvieron en ese minuto y hablar de cómo estuvo… ¡Eso yo creo que ayuda bastante a cerrar! Tenemos la oportunidad de expresar y decir lo que sentimos hacia afuera. ¡Da lo mismo si es médico o quien sea!… es como una cosa horizontal, somos todos iguales en ese minuto”. Enfermera, 43 años. (López, et al., 2022, pp. 6)   

B. Hacer cambios en la dinámica laboral 

Es importante tener un equipo que apoye las actividades diferentes al entorno laboral, como por ejemplo salir a tomar un café, tener espacios de dispersión entre el equipo de trabajo, incluso si se genera un dolor muy grande por la pérdida, es necesario cambiar por un tiempo la unidad en la que se labora. 

C. Promover espacios de intervención grupal   

Tener grupos de reflexión dentro de la propia institución, ayuda a compartir experiencias y a generar espacios de contención emocional.  

D. Promover el autocuidado emocional y la salud mental 

Muchas veces se deja de lado el sentimiento ante la pérdida de un paciente debido a las condiciones mecánicas a las que son expuestos, así que la invitación, es a generar espacios colectivos de sanación y realización de actividades que promuevan un bienestar emocional adecuado: actividades placenteras, técnicas de respiración, etc.  

En conclusión, el duelo es un proceso doloroso, pero también hay muchas maneras de crear consciencia de sanación. Si te sientes estancado en una fase, ¡solicita ayuda!, si te limitas en la vida diaria, ¡solicita ayuda! Y si sientes que no puedes gestionarlo solo, ¡solicita ayuda!   

Referencias 
Flórez, S. (2002). Duelo. ANALES Sis San Navarra, Vol. 25, Suplemento 3. 
Parkes, C. M. (1996). Bereavement: Studies of grief in adult life (3rd ed.). Routledge. 
López, M., Vega, O., Carrasco, P., González, X., Abarca, E., Rojo, L & González, R. (2022). Estrategias del equipo de salud para afrontar la muerte de niños y adolescentes con cáncer. Revista Cubana de Enfermería;38(2): e4624. 
Ross, E. (1969). On Death and Dying. Macmillan.
Soto, O., Parra, F & Marquina, M. (2009). La muerte y el duelo. Revista electrónica cuatrimestral de enfermería. 

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