ISSN-e: 2745-1380

La revolución verde del sector salud: ¿Cómo reducir la huella climática en hospitales? 

En la actualidad, la crisis climática es uno de los mayores desafíos globales, y el sector salud no es ajeno a esta realidad. Al igual que otros sectores, tiene un impacto ambiental significativo, especialmente en lo que respecta a las emisiones de gases de efecto invernadero. Según el informe de ​S​alud sin Daño (Health Care Without Harm), el sector salud representa aproximadamente el 4,4% de las emisiones de carbono a nivel mundial. Esto incluye tanto las emisiones directas como las indirectas generadas por la infraestructura, el consumo de energía, el transporte, el uso de productos farmacéuticos y los residuos generados por las actividades sanitarias. Por lo tanto, la intersección entre la salud pública y la sostenibilidad es más relevante que nunca, y es fundamental comenzar a implementar estrategias que contribuyan a la reducción de la huella de carbono. La Revista InfoSCARE, habló con esta organización dedicada a reducir este impacto en el mundo.  
 

Salud sin Daño: Un enfoque integral de sostenibilidad 

Claudia Lorena Paz

Salud sin Daño es una organización no gubernamental internacional (ONG) que, a lo largo de tres décadas, ha creado una extensa red global que trabaja en la intersección entre la salud humana y la salud planetaria, promoviendo la reducción de la huella ambiental dentro del sector salud. En un mundo cada vez más consciente de la crisis climática, el sector salud tiene un papel crucial que desempeñar. Claudia Lorena Paz, facilitadora técnica de proyectos para América Latina de Salud sin Daño, comparte con nosotros tres medidas de alto impacto que ayudan a reducir esta huella de carbono en las instituciones de salud: 


Energía eléctrica   


Para Claudia Paz, es fundamental abastecer al sector salud con energía limpia y renovable, promoviendo la implementación de dispositivos con certificación de eficiencia energética en las instituciones de salud. Esto incluye la incorporación de tecnologías solares para el calentamiento de agua, la generación de electricidad y la implementación de sistemas de energía dual. Estas acciones contribuirán significativamente a reducir el consumo de energía convencional y a disminuir la huella de carbono del sector. Es necesario comprender que la transición hacia fuentes de energía renovable no solo optimiza los recursos, sino que también mejora la sostenibilidad de las infraestructuras de salud, alineándose con los objetivos de sostenibilidad ambiental y eficiencia operativa. 
 
Invertir en infraestructura con cero emisiones 

La inversión en infraestructura hospitalaria con cero emisiones es un paso fundamental hacia la sostenibilidad ambiental. Paz explica que esta medida no solo incluye la implementación de acciones pasivas, como la reducción del consumo energético, sino también el diseño de edificios que favorezcan la eficiencia en todos los aspectos operativos. Por ejemplo, muchos hospitales están incorporando jardines terapéuticos y ornamentales que ayudan a mitigar las islas de calor internas, reduciendo el uso de electricidad para sistemas de climatización. Además, se está optando por materiales de construcción de bajo carbono, fabricados localmente, y libres de sustancias químicas peligrosas, como el PVC, que actúan como disruptores endocrinos. Esta prioridad por la eliminación de productos nocivos también se refleja en la adopción de tecnologías para el ahorro de agua, como sistemas de recolección de aguas pluviales y el aprovechamiento de aguas grises. Asimismo, la integración de materiales verdes y sostenibles, y el diseño de infraestructuras que favorezcan la iluminación y ventilación natural, contribuyen a una operación más eficiente y menos dependiente de fuentes externas de energía. Así, los hospitales no solo mejoran su huella ambiental, sino que también crean entornos más saludables y seguros para pacientes y personal. 
 
Transición hacia movilidad y compras sostenibles 


De acuerdo a la experta de Salud Sin Daño, la transición hacia la movilidad sostenible es un proceso integral que va más allá de fomentar el uso de bicicletas. Implica crear una red eficiente que reduzca la dependencia de los combustibles fósiles, optimizando la operación de las instituciones, promoviendo el consumo responsable de productos, como alimentos saludables cultivados de manera sostenible, y reduciendo desperdicios mediante compostaje. En términos de sostenibilidad, también se busca incorporar alternativas más ecológicas en la fabricación de productos farmacéuticos, como inhaladores sin propelentes, contribuyendo a una operación más verde y responsable. 


Cambio colectivo hacia un sector salud más sostenible  

El personal de salud, como primera línea de contacto con los pacientes, puede desempeñar un rol educativo en la promoción de un estilo de vida saludable y sostenible. Fomentando prácticas como la reducción de residuos médicos no reciclables, la preferencia por productos farmacéuticos ecológicos y la orientación a los pacientes sobre alternativas más sostenibles para sus cuidados y tratamientos.

Claudia Paz señala que, para involucrar a los profesionales de la salud, pacientes y colaboradores en los esfuerzos de reducción del impacto ambiental, es fundamental integrar la educación en salud ambiental desde las mallas curriculares en la formación de los futuros profesionales de la salud, tanto en pregrado como en especialidades. De esta manera, los médicos, enfermeras y demás colaboradores se sensibilizan desde el inicio de su formación, permitiéndoles adaptarse mejor a prácticas más sostenibles desde su ingreso a los hospitales y las instituciones de salud. Además, el trabajo en red y la colaboración entre diferentes instituciones de salud juega un papel crucial. Crear espacios de intercambio de experiencias y compartir estrategias exitosas, como las cirugías sostenibles implementadas en algunos hospitales, fortalece la capacidad de los profesionales para involucrarse activamente en el cambio. En este sentido, los anestesiólogos, por ejemplo, pueden contribuir a través de la investigación y el análisis de prácticas más sostenibles dentro de su campo, adoptando nuevas alternativas y proponiendo soluciones innovadoras que contribuyan a la sostenibilidad. Así, la educación continua y el trabajo colaborativo se convierten en herramientas clave para generar un cambio colectivo hacia un sector salud más sostenible. 

Para finalizar, el sector salud tiene un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. A través de la implementación de estrategias como la eficiencia energética, la gestión de residuos, el uso de transporte sostenible y la compra responsable de productos, es posible reducir significativamente la huella de carbono. La integración de estos enfoques dentro de un marco de «salud sin daño» no solo mejora la sostenibilidad ambiental, sino que también contribuye a la mejora de la salud pública.

Referencias

Health Care Without Harm (HCWH). (2019). Global Green and Healthy Hospitals: Emissions report https://global.noharm.org/sites/default/files/documents-files/5961/HealthCaresClimateFootprint_092319.pdf 

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