El 24 de mayo de 1991 es una fecha que no guarda ningún significado especial para muchas personas, pero para Colombia esta fecha tiene una relevancia muy significativa: ese día se informó el último caso de polio en el país (1). La poliomielitis es una enfermedad infecciosa ya incluso olvidada, pero en su momento temida por las terribles epidemias de parálisis infantil que afectaban principalmente a niños alrededor de los 4 años de edad. Colombia fue declarada por la Organización Mundial de la Salud como país libre de polio en 1994, luego de un gigantesco esfuerzo de décadas de jornadas de vacunación y mejoría en las condiciones de higiene y acueducto de la población (2).
La polio aún existe, pero podemos convivir con este virus sin pensar mucho al respecto gracias a las vacunas de Salk y Sabin, y al fenómeno estadístico que produjeron conocido como inmunidad de rebaño. La inmunidad de rebaño o inmunidad de grupo es un fenómeno bioestadístico en el cual una población se protege de una infección gracias a la inmunidad en algunas personas, pudiendo llegar incluso a erradicar enfermedades infecciosas (3).
Algunos autores hacen referencia a esta inmunidad como protección de rebaño, y mencionan la inmunidad de rebaño como la inmunidad que pasa de los vacunados a los no vacunados por una diseminación secundaria de los virus atenuados de la vacuna por vía área o fecal; un ejemplo puntual es el que se observa en la vacuna antipoliomielítica oral, que al ser eliminada por la misma vía de propagación del virus, permite que se genere una diseminación que es benéfica para la población (4). En nuestro caso consideraremos la protección de rebaño como análoga a la inmunidad de rebaño.
¿Cómo funciona la inmunidad de rebaño?
Una infección no es lo mismo que una enfermedad infecciosa. Hablamos de enfermedad infecciosa cuando la infección desarrolla una serie de signos y síntomas en el individuo infectado. El individuo infectado puede ser agente de contagio antes de desarrollar síntomas o no, esto último depende fundamentalmente del agente infeccioso y del ambiente en el cual se encuentre (5).
Las enfermedades infecciosas tienen ciertos patrones habituales para su ocurrencia; por ejemplo, enfermedades como la malaria suelen desarrollarse en lugares con ciertas condiciones climáticas. Si una enfermedad infecciosa mantiene su ubicación y comportamiento usual en cierto período de tiempo, decimos que esta es endémica. Cuando una enfermedad infecciosa se presenta en una proporción mayor a la habitual en un lugar y momento determinado, se conoce como epidemia; si dicha epidemia trasciende límites territoriales en diferentes continentes, pasa a ser considerada pandemia (5).
El comportamiento de una epidemia puede explicarse con un modelo matemático llamado SEIR, en el cual tenemos unas personas que pueden contagiarse (susceptibles), unas personas que se han contagiado, pero aún no son agentes de contagio (expuestos), otras personas que pueden transmitir la infección (infectados), y un grupo de recuperados que pasaron por la enfermedad y adquirieron alguna forma de inmunidad (recuperados) (figura 1).
Si pensamos en cada grupo como un compartimiento, en una epidemia tenemos personas que van avanzando de un compartimiento a otro: al inicio todos somos susceptibles, eventualmente alguien se contagia y pasado un período de latencia, empieza a contagiar a otras personas, luego estos contagiados morirán y saldrán del modelo, o se recuperarán ganando cierta inmunidad. El modelo asume que no es posible que una persona se encuentre en dos compartimientos al mismo tiempo, por ejemplo, no puedo ser susceptible y estar infectado al mismo tiempo (figura 2).
Figura 2. Compartimientos del modelo SEIR: un individuo puede pasar de un estado a otro, de susceptible a recuperado
Con el paso del tiempo el número de personas susceptibles va disminuyendo, cada vez hay más contagiados que diseminan la enfermedad y que eventualmente se recuperan o fallecen. Este proceso tiene una velocidad definida que depende del número de personas que se pueden contagiar a raíz de un infectado (número o tasa de reproducción básica, R0); desde luego, esta velocidad se ve afectada por las medidas que se implementen para “frenar el contagio”: tapabocas, cuarentenas, medicamentos, etc.
Cuando una población cuenta con suficientes personas que han alcanzado la inmunidad, estas personas empiezan a ser un factor protector para los que aún son susceptibles, pues con su inmunidad no serán contagiados, aunque sean expuestos, y cortarán la cadena de transmisión al ser incapaces de pasar de ser expuestos a infectados (figura 3). Una forma de lograr que las personas alcancen la inmunidad sin correr el riesgo de enfermar gravemente o morir, es mediante las vacunas; además, este mecanismo es de mayor utilidad cuando la inmunidad natural en una enfermedad infecciosa no es permanente.
Teniendo en cuenta el R0, es posible hacer una estimación de un número determinado de personas que deben ser inmunes para detener una epidemia. El número varía según el agente infeccioso, en algunos de los casos más estudiados —como la viruela o la varicela— la proporción de población que debe ser inmunizada se encuentra alrededor del 80 % (3).
Figura 3. Modelo SEIR: los individuos inmunes van cortando la cadena de transmisión al no ser infectados
La inmunidad de rebaño tiene una gran importancia en salud pública, pues ilustra la relevancia de los programas de vacunación y justifica una adecuada planeación de los mismos: al mantener el número de potenciales individuos susceptibles debajo de cierto umbral, es posible retrasar o incluso revertir ciertas epidemias (6). En la actualidad, con la pandemia por SARS-Cov-2/COVID-19, cada país busca lograr que una proporción considerable de sus habitantes estén vacunados para lograr una inmunidad de rebaño; la proporción de población inmunizada que se ha calculado se encuentra alrededor del 60-70 % (7). De acuerdo con datos de Our World in Data, publicados el 24 de febrero de 2021 (8), se estima que el 70 % de la humanidad estará vacunada para septiembre 2027 (tabla 1).
«En la actualidad, con la pandemia
por SARS-CoV-2/COVID-19 cada país busca lograr que una proporción considerable de sus habitantes estén vacunados para lograr una inmunidad de rebaño; la proporción de población inmunizada que se ha calculado se encuentra alrededor del 60 y el 70 %.»
Aunque la inmunidad de rebaño confiere una protección relativa a los individuos susceptibles, estos no dejan de ser susceptibles, siguen estando en riesgo de contagiarse si se exponen. La estrategia de depender de la protección relativa debería reservarse únicamente para aquellos individuos que no pueden vacunarse, bien sea por disponibilidad de las vacunas o por contraindicaciones en su uso en ciertas poblaciones. Este postulado conlleva distintos cuestionamientos éticos: ¿quién debería tener prioridad para ser vacunado?, ¿cuál segmento de la población debería seguir estando en riesgo de contagiarse para beneficiar a la comunidad general? (6).
Adicionalmente, hay un aspecto de la inmunidad de rebaño que puede permanecer oculto, y es la necesidad de la cooperación de la comunidad, pues el éxito de las campañas de vacunación requiere de una extensa logística y de que su población objeto se decida a formar parte de las mismas, sin mencionar que esta misma comunidad debe estar dispuesta a asimilar otras estrategias de mitigación, como cuarentenas y uso de otros medicamentos.
El 6 de marzo de 2020 se recordará por siempre como el día en que el primer caso de COVID-19 llegó a Colombia, y dio inicio a una crisis económica, sanitaria y social sin precedentes. En algún momento, y quizás valiéndonos de la bioestadística de la inmunidad de rebaño, esperamos llegar a la fecha en la que se informe, por fin, el último caso de COVID-19 en Colombia, una fecha que con suficiente suerte no significará nada para muchas personas, y pasará silenciosamente a la historia.
Referencias
- Redacción El Tiempo. Colombia, libre de Polio. El Tiempo [Internet]. 1994. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-264201
- Ministerio de Salud y Protección Social. Colombia cumple 21 años libre de poliomielitis [Internet]. Boletín de Prensa N.° 350 de 2012. 2012. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Colombia-cumple-21-anos-libre-de-poliomielitis.aspx
- Fine PEM. Herd immunity: history, theory, practice. Epidemiol Rev. 1993;15(2):265-302.
- Salleras L, Domínguez A, Borrás E, Soldevila N. Eficacia protectora de las vacunas y efectividad de las vacunaciones: Introducción a la medición de la protección directa e indirecta. Vacunas [Internet]. 2011;12(4):136-46. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1576988711700218
- Rivas Muñoz F. Algunos conceptos de uso común en epidemiología. En: Facultad de Medicina, editor. Epidemiología: Fundamentos. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; 2008. p. 32-3.
- Fine P, Eames K, Heymann DL. “Herd Immunity”: A rough guide. Clin Infect Dis [Internet]. 2011;52(7):911-6. Disponible en: https://doi.org/10.1093/cid/cir007
- Ministerio de Salud y Protección Social. “La inmunidad de rebaño se establecería con la vacunación del 60% de la población” [Internet]. 2020. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/La-inmunidad-de-rebano-se-estableceria-con-la-vacunacion-del-60-de-la-poblacion.aspx 8. CovidVax.org project. The latest info on Covid-19 Vaccines [Internet]. CovidVax. 2021. Disponible en: https://covidvax.org/