El objetivo del presente artículo es identificar cómo el fortalecimiento de las habilidades no técnicas mejora la seguridad del paciente. Para cumplir este propósito, a lo largo del documento se hace claridad en la definición de las habilidades no técnicas, entendidas como las actitudes y comportamientos que mejoran el trabajo en equipo. Cabe resaltar que la importancia de estas habilidades dentro del contexto de salud previene la aparición de los eventos adversos y mejora notablemente procesos de comunicación y liderazgo entre los equipos de trabajo de las distintas unidades funcionales.
Ahora bien, algunas de las habilidades no técnicas se clasifican en: comunicación, liderazgo, apoyo mutuo y monitoreo de la situación. En el sector salud se fortalecen mediante sesiones informativas en las que participan todos los miembros del equipo para brindar información concerniente a las necesidades del servicio y a los pacientes que requieren atención especial por parte de todo el equipo; otra de las estrategias que se implementan son sesiones de liderazgo, en las que los líderes del servicio potencialicen sus cualidades para liderar a su esquipo y, de esta manera, también se mejoren los procesos de comunicación.
A continuación, se encontrará de manera detallada esta información soportada por literatura en la que se evidencia la necesidad de fortalecer las habilidades no técnicas para mejorar la seguridad del paciente.
Desenvolverse en un entorno hospitalario exige desarrollar una serie de habilidades que propendan por el fortalecimiento de la seguridad y calidad de los servicios prestados. Algunas de estas habilidades se relacionan con aquellas adquiridas en las etapas de aprendizaje y formación de las diferentes profesiones del sector salud: las habilidades técnicas. Sin embargo, existen otras habilidades no comúnmente mencionadas, pero que, al articularse con las anteriores, pueden fortalecer los equipos de trabajo y las diferentes actividades desarrolladas en el día a día: las habilidades no técnicas.
En los entornos para la atención de pacientes existen varias condiciones que potencialmente pueden conducir a errores y daños, relacionadas con infraestructura, dotación, procesos, entre otras, evidenciándose la necesidad de un enfoque integral que abarque los comportamientos de los actores del sistema.
Al hablar de habilidades no técnicas se consideran todos aquellos recursos que potencializan el trabajo en equipo y minimizan errores, incluyendo las habilidades cognitivas que comprenden elementos como la toma de decisiones, planeación y conciencia de la situación; las habilidades personales, como el manejo del estrés, el cansancio, las estrategias de afrontamiento y la solución de problemas, y por último, las habilidades sociales para la interacción, que comprenden la comunicación, el liderazgo, la cooperación o conducta de apoyo, la coordinación y la empatía.
Por lo anterior, el programa TeamStepps desarrollado por la AHRQ (Agency for Healthcare Research and Quality)a escala mundial, plantea cinco habilidades clave para la enseñanza y el aprendizaje en los sistemas de salud, en los cuales se resalta la interacción de todos los actores (pacientes, talento humano en salud, familiares, acompañantes, personal administrativo y de apoyo) y el trabajo por el fortalecimiento de la calidad y seguridad en la prestación de los servicios (figura 1) (1).
Fuente:TeamStepps AHRQ (1).
Cada una de estas habilidades le ayuda al funcionario de la salud a mejorar su trabajo en equipo, puesto que los mantienen atento a las situaciones que ocurren a su alrededor y posibilita la comunicación y el liderazgo dentro de su servicio. A continuación, se explican las cinco habilidades no técnicas que se deberían fortalecer en todos los equipos de salud.
- Estructura de equipo: Actores de un sistema que al trabajar de manera conjunta, coordinada e interdependiente fortalecen la seguridad de pacientes.
- Comunicación: Intercambio de información clara, precisa y estructurada entre los miembros de un equipo.
- Liderazgo: Proceso que incluye la orientación de actividades hacia una meta mediante la motivación de los miembros del equipo. Se asegura el entendimiento de la información y los recursos
- Monitoreo de la situación: Observar, vigilar y seguir las actividades de manera consciente, con el propósito de obtener información que permita identificar fortalezas o falencias en el funcionamiento del equipo.
- Apoyo mutuo: Capacidad de ayudar, colaborar y apoyar en las necesidades de los miembros del equipo.
Actualmente, las habilidades no técnicas o también llamadas habilidades blandas, son de gran importancia en el ámbito de la salud para garantizar procesos de comunicación asertiva entre el talento humano en salud y el paciente y entre el propio equipo de atención.
Diferentes estudios en el mundo demuestran que el fortalecimiento de las habilidades no técnicas disminuye la aparición de los eventos adversos (2), debido a que todo el equipo trabaja enmarcado en un modelo mental compartido, que la atención está mucho más activa y que cada miembro del equipo está alerta ante cualquier situación que pueda afectar el ambiente.
En particular, la AHRQ (3) indica que la comunicación es una de las habilidades no técnicas más importantes al momento de fortalecer y mejorar la seguridad del paciente. Quizá porque muchos de los errores que se comenten en la prestación de servicios de salud se deben a una mala comprensión o interpretación de una orden verbal o escrita; en consecuencia, implementar estrategias oportunas y eficientes que minimicen este factor hará que la calidad de la atención que se presta sea oportuna.
Un estudio que complementa la importancia de esta habilidad para mejorar la seguridad del paciente es el de Porcel et al., para los especialistas en medicina interna (4). En este se concluye que además de todas las habilidades técnicas que se deben fortalecer diariamente en el personal médico, se deben incluir las habilidades no técnicas como se muestra en el cuadro 1 para mejorar el resultado de los pacientes.
En este orden de ideas, y tal cual lo manifiestan estos autores, la comunicación y la atención clínica hacia el paciente son competencias elementales que debe fortalecer el profesional en medicina para garantizar una atención oportuna.
Por otra parte, Berner y Ewertz (5), señalan que cuatro de las habilidades no técnicas que se deben fortalecer en el sector salud son: conciencia de la situación, toma de decisiones, liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. Para los autores, cada una de estas habilidades mejorará notablemente la seguridad del paciente; y, en consecuencia, disminuirá la posible aparición de los eventos adversos. En dicho estudio clasifican las habilidades no técnicas en cuatro categorías, cada una con diferentes elementos o actividades necesarias para su implementación, como se muestra en tabla 1.
Tabla 1. Adaptado de las habilidades no técnicas para los cirujanos
| Categorías | Elementos |
| Conciencia de la situación | 1. Obtener información 2. Comprender la información 3. Anticiparse a situaciones futuras |
| Toma de decisiones | 1. Considerar opciones 2. Seleccionar y comunicar decisiones 3. Implementar y revisar decisiones |
| Liderazgo | 1. Establecer y mantener estándares 2. Manejar la presión 3. Apoyar a los demás |
| Comunicación y trabajo en equipo | 1. Intercambiar información 2. Establecer entendimiento mutuo 3. Coordinar el equipo |
Fuente: Berner y Ewertz (5).
Conclusión
Mucha de la evidencia científica presentada en este documento demuestra la importancia de fortalecer las habilidades no técnicas para prevenir la aparición de los eventos adversos y, de la misma manera, garantizar procesos de comunicación asertiva dentro de los miembros del equipo de trabajo en el sector salud. Por otra parte, dicha conclusión se fundamenta en datos publicados por la Joint Commission (6). Ellos informan que el 80 % de los eventos adversos graves surgen por problemas de comunicación entre los profesionales[1].
Con el propósito de fortalecer las habilidades no técnicas y emplearlas como estrategia para mejorar la seguridad del paciente, se realizan las siguientes recomendaciones:
Referencias
- Agency for Healthcare Research and Quality. TeamSTEPPS® [internet]. 2015 [citado: 2022 may. 2]. Disponible en: https://www.ahrq.gov/teamstepps/index.html
- Rocco C, Garrido A. Seguridad del paciente y cultura de seguridad. Rev. Med. Clin. Condes. 2017;28(5):785-795. Disponible en: https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S0716864017301268?token=533B493E37F0CB290D20892C0713DEF6E92ED9BABD66BDC9BA053FF32436B4FA5D7F71AAA3F9548469F111B736661A75&originRegion=us-east-1&originCreation=20220318150123
- Agency for Healtcare Researchs and Quality (AHRQ). TeamSTEPPS Fundamentals Course: Module 3. Communication [internet]. 2015. [citado: 2022 may. 2]. Disponible en: https://www.ahrq.gov/teamstepps/instructor/fundamentals/module3/igcommunication.html#Teamskills
- Porcel JM, Casademont J, Conthe P, Pinilla B, Pujol R, García J. Competencias básicas de la medicina interna. Rev Clin Esp. 2011;211(6):307-311. Disponible en: https://medes.com/publication/66897
- Berner J, Ewertz E. The importance of non-technical skills in modern surgical practice. Rev Cir Españ. 2019;97(4):190-5. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30771999/
- Nacioglu A. As a critical behaviour to improve quality and patient safety in healh care: speaking up [internet]. 2016 [citado: 2022 may. 2]. Disponible en: http://safetyinhealtg.biomedcentral.com/articles/10.1186/s40886-016-0021-x
