Han pasado un poco más de 24 meses desde que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el COVID-19 como una pandemia y se desatara a escala mundial una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en la historia reciente de la humanidad. Hoy, dos años después, el mundo pone en marcha un retorno progresivo a la vida —como la conocíamos—. El levantamiento de medidas en gran parte del mundo, la disminución de casos y muertes, así como la vacunación masiva nos han permitido flexibilizar los controles y adaptarnos a una nueva forma de vivir, en medio de un virus endémico que cobró la vida de más de seis millones de personas en el planeta Tierra.
A pesar de esto, hablar de un mundo pospandemia es un poco prematuro dado el impacto, no solo económico y social, sino, además, por la incertidumbre ante las nuevas variantes y la reactivación de casos aislados en ciudades como Shanghái, China. No obstante, a estas grandes incógnitas se suma una de las más relevantes, y es el impacto emocional que la pandemia ha representado en el personal sanitario: médicos, especialistas, enfermeras y demás ocupaciones del sector salud que a lo largo que todo este tiempo tuvieron que enfrentar las difíciles condiciones de la pandemia y que han sufrido un deterioro en su salud mental.
En el presente artículo nos centraremos en el más reciente estudio publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) titulado “The COVID-19 health care workers study (Heroes)”,un informe dado a conocer por el organismo en enero de 2022, y que analizó el estado de salud mental del personal que ha realizado su trabajo durante la pandemia de COVID-19 en 11 países de la Región de las Américas.
Y es que cabe resaltar que antes de la pandemia ya existía una preocupación generalizada respecto a la salud mental de los profesionales de la salud, problemática que se agravó a partir de 2020 debido al desgaste y a los dilemas éticos a los cuales se debió enfrentar el personal sanitario.
Existe una amplia variedad de factores que afectan a la salud mental del personal de salud, y sus repercusiones también son múltiples. Por ejemplo, un estudio transversal realizado en Chile en el 2020 concluyó que 65 % del personal de salud presentaba síntomas depresivos, 74 %, síntomas ansiosos y 65 %, insomnio1. Otro estudio transversal realizado en México en ese mismo año muestra que 44,3 % del personal de la salud padece insomnio, 31,2 %, síntomas depresivos, y 29,4 %, síntomas compatibles con un trastorno de estrés postraumático (TEPT)2,3. (1)
Teniendo en cuenta estos antecedentes, la OPS en un intento por evaluar las consecuencias de la pandemia en la salud mental de los profesionales de la salud, puso en marcha un estudio prospectivo basado en el consenso de decisiones compartidas: HEROES, como se ha denominado la investigación, se ha puesto en práctica en 26 países. No obstante, para este estudio en particular la Organización se centró en 12 países de las Américas: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay. Para el caso de Colombia, las instituciones participantes fueron la Universidad de Antioquia y la Pontificia Universidad Javeriana; reclutaron poco más de 700 personas en la muestra, en 42 centros de salud públicos y privados de Bogotá (n = 18), Medellín (n = 12) y Cali (n = 12) (1).
El tamaño de la muestra del estudio en general fue de más de 14.500 personas de los países mencionados, en los cuales se indagó sobre las siguientes variables de interés: malestar psicológico, síntomas depresivos y pensamientos suicidas; teniendo en cuenta categorías de análisis socioeconómicos, factores de riesgo individuales, familiares, laborales y sociales, entre otros. Los participantes del estudio fueron mayoritariamente mujeres, entre los 18 y 55 años de edad, con formación de pregrado y posgrado, además un porcentaje importante de la muestra trabajaba en instituciones de salud del sector público.
Resultados de la investigación
Malestar psicológico
En la primera variante, en un rango de 0 a 32 puntos, siendo el último rango un indicador de mayor nivel de malestar psicológico. En términos generales “la región fluctuó en un intervalo de 13,5 a 16,6 en Argentina, Brasil, Chile y Bolivia. Por su parte, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay presentaron, en promedio, puntajes más bajos en malestar psicológico (entre 12,0 y 13,5). Colombia fue el país con mayor nivel de malestar psicológico, con un promedio de 19,34 puntos (SD = 0,27)” (figura 1) (1).
Síntomas depresivos
En la segunda variante, el estudio de la OPS analizó la sospecha de depresión, arrojando que “en la mayoría de los 11 países de la Región, entre 14,7 % y 22 % de sus equipos de salud presentan síntomas que permiten sospechar de un episodio depresivo. Venezuela fue el país con el porcentaje más bajo de personal de salud con sospecha de depresión (13,0 %), mientras que Chile presentó sospecha de un episodio depresivo más alto (36,7 %). Se calculó también la proporción del personal de salud con sintomatología coincidente con depresión severa. En orden, los países con proporciones más altas fueron Chile (15,36 %), Brasil (13 %), Guatemala (10,23 %) y Colombia (10,15 %), mientras que Venezuela reportó el porcentaje más bajo de personal de salud con potencial depresión severa (3 %). Los porcentajes de los demás países se movieron entre 6,2 % y 9,6 % de encuestados con sospecha de depresión severa” (figura 2) (1).
Ideación suicida
Finalmente, en la tercera variante analizada los equipos de salud de los 11 países reportaron ideación suicida en las dos semanas previas a la encuesta: “La mayoría de ellos reportaron entre 5 % y 15 % del equipo de salud con ideación suicida. Cabe destacar que en Colombia y Venezuela lo hicieron entre 2 % y 5 % de los encuestados, mientras en Chile y Bolivia tuvieron la mayor proporción de personal de salud con ideación suicida” (figura 3) (1).
Finalmente, y realizando una mirada un poco más detallada a los resultados evidenciados en Colombia dentro de la investigación, se muestra un alto riesgo de problemas de salud mental en nuestro país. Se estima que un 98 % de los profesionales de salud sufrieron altos niveles de malestar psicológico, con 22,8 % con riesgo moderado a severo de problemas de depresión, 16,1 % con riesgo moderado a severo de problemas de ansiedad y 2,6 % con ideación suicida.
Por lo anterior, HEROES Colombia espera realizar un estudio de alcance nacional que evalúe el impacto de la pandemia en la salud mental del personal sanitario, pero enfatizando en los municipios priorizados en el posconflicto; analizando cómo la violencia de los grupos al margen de la ley incrementa el riesgo de problemas de salud mental.
A partir de dicha evidencia, se espera desarrollar una intervención basada en la telesalud para prevenir la depresión y la ansiedad, e incrementar la resiliencia en los equipos de salud sometidos a dichos estresores. (1)
Referencia
- Organización Panamericana de la Salud (OPS). The COVID-19 HEalth caRe wOrkErs Study (HEROES). Informe regional de las Américas. Recomendaciones. Washington; 2022.