En las últimas décadas, el plagio y el fraude en las revistas científicas se han convertido en problemas significativos que han menoscabado la credibilidad y la integridad de los resultados científicos a nivel mundial. Esto es especialmente relevante en el ámbito de la salud, donde las decisiones clínicas y muchas políticas de salud pública se fundamentan en la evidencia científica generada por la investigación. Por lo tanto, los resultados engañosos o falsos representan una preocupación constante, ya que tomar decisiones clínicas, adoptar conductas médicas o implementar medidas de salud pública basadas en datos incorrectos puede derivar en daños directos y consecuencias graves, tanto a corto como a largo plazo, para los pacientes y las poblaciones. Estas consecuencias incluyen la administración de tratamientos ineficaces o perjudiciales, el aumento de los costos de la atención médica y, además, importantes implicaciones médico-legales para los profesionales de la salud (1).
En 1998, el caso de Andrew Wakefield se convirtió en uno de los ejemplos más llamativos que permite comprender de manera más cercana la gravedad del problema de la literatura fraudulenta. Este exinvestigador británico, junto con otros doce colegas, publicó un estudio falso sobre la vacuna MMR (measles, mumps, rubella) o triple viral y su supuesta relación causal con el autismo. La publicación de este informe poco transparente sobre dicha asociación falsa tuvo un impacto profundo en la salud pública de la época. Entre las consecuencias de estos resultados se encuentran el fortalecimiento del movimiento antivacunas y la aparición de brotes de enfermedades prevenibles (2). Este es un claro ejemplo de cómo el fraude en la investigación científica y médica puede tener repercusiones graves y duraderas en la salud local, nacional y global.
Otro ejemplo relevante es el caso del investigador y anestesiólogo japonés Yoshitaka Fujii, quien falsificó datos en al menos 183 artículos, la mayoría relacionados con la anestesiología, a lo largo de aproximadamente 20 años de su carrera. Este escándalo condujo a una revisión exhaustiva de sus publicaciones y a la retractación de muchos de sus trabajos (3). Situaciones como esta, donde el fraude desempeña un papel central, minan la credibilidad de la investigación científica, reducen la confianza pública en la ciencia y representan un riesgo significativo para la práctica médica.
Lamentablemente, la presión por publicar a la que se enfrentan algunos profesionales de la salud —motivados por el deseo de alcanzar posiciones académicas y clínicas destacadas, incentivos económicos y otras recompensas similares— puede llevarlos a adoptar comportamientos cuestionables al comunicar resultados científicos. La cultura de «publicar o perecer» y el afán de obtener reconocimiento mundial han contribuido al rápido crecimiento y la perpetuación de estas prácticas, lo que refleja un modelo inapropiado de retribución para la producción científica. Como resultado, se ha alcanzado un punto crítico en la credibilidad de los resultados publicados a nivel global (4).
Por tanto, es imperativo fortalecer el sistema de revisión por pares mediante el aumento del número de revisores expertos, la reducción de la carga de trabajo de los pares existentes, la implementación de métodos efectivos para detectar datos engañosos y la aplicación de sanciones rigurosas tanto a los investigadores involucrados en prácticas fraudulentas como a las organizaciones que promuevan la manipulación de datos. Estas prácticas incluyen la fabricación de datos falsos, la manipulación de imágenes, la omisión de resultados negativos y la falsificación de resultados, priorizando intereses económicos deshonestos sobre las buenas prácticas metodológicas, investigativas y académicas (5). Algunos autores defienden que hemos olvidado la columna vertebral de la ciencia: los métodos rigurosos y transparentes (6).
El plagio, no menos importante que el fraude, también representa un riesgo significativo para la integridad de la literatura médica. Esta práctica deshonesta y cuestionable implica la apropiación de textos, ideas o datos de otros investigadores sin la adecuada referencia o los créditos correspondientes a los autores originales. Lejos de ser una excepción, el plagio constituye un atentado directo contra la confianza en el proceso de generación de la investigación científica. Existen diferentes tipos de plagio, que van desde la copia directa de ideas hasta la manipulación de figuras y tablas. Puede ser sutil o masivo; sin embargo, lo que es claro es que, independientemente de su tipo o magnitud, el impacto negativo en la integridad de la literatura médica es considerable, especialmente debido a la gran dificultad para detectarlo (1, 7).
La dificultad para detectar el plagio y el fraude hace imperativo unir esfuerzos entre todos los protagonistas del sistema, como dirigentes, académicos, revisores por pares, estudiantes, entre otros, con el fin de fortalecer las estrategias destinadas a identificar prácticas deshonestas en la literatura médica (1, 7). Entre las estrategias más efectivas para identificar organizaciones sospechosas y publicaciones depredadoras se encuentran la detección de detalles inusuales en el texto del artículo, la verificación de la procedencia de sitios web con información distorsionada o inexistente, la identificación de firmas irregulares, métricas falsas o manipuladas, datos inexactos o ausentes sobre los procesos de revisión por pares y estándares éticos, así como la incoherencia en los datos de artículos previamente publicados por la revista.
Asimismo, se considera la ausencia de listas de volúmenes publicados, políticas de protección de datos insuficientes o inexistentes, y una indexación mínima o nula en bases de datos reconocidas. Estos criterios contribuyen a garantizar la integridad y calidad de las publicaciones científicas, reduciendo la proliferación de literatura depredadora y prácticas editoriales fraudulentas (8).
El desarrollo reciente de la inteligencia artificial ha dado lugar a la creación de programas que, mediante algoritmos, facilitan la detección de anomalías en la literatura médica publicada o en proceso de publicación. Si bien este tipo de herramientas no son 100 % confiables ni detectan de forma infalible el fraude o el plagio, representan una esperanza a mediano o largo plazo para controlar o evitar la proliferación de literatura médica depredadora (9).
En el proceso de detección de prácticas deshonestas en ciencia, la revisión por pares desempeña un papel fundamental. La experiencia de los profesionales encargados de revisar la literatura médica antes de su publicación es crucial para identificar inconsistencias en los datos, metodologías incoherentes y resultados poco confiables. No obstante, a pesar de los múltiples beneficios de una revisión por pares competente, existen limitaciones como la subjetividad en el juicio, la disponibilidad de los revisores y posibles sesgos que podrían influir en la evaluación de la literatura.
Teniendo en cuenta el alarmante crecimiento de la literatura médica fraudulenta, es esencial desarrollar la capacidad crítica para evaluar la certeza de ésta desde etapas tempranas en la formación de los profesionales en salud, se hace menester enseñar cómo verificar la fuente y la procedencia de estudios, reputación de revistas y entes editoriales y la rigurosidad metodológica y de análisis, seguramente el proceso de identificación de artículos adecuadamente diseñados favorecerá la evasión de literatura médica fraudulenta y reforzará las decisiones clínicas basadas en literatura rica en transparencia de métodos y datos. La educación continua y la formación en métodos de investigación favorecen el desarrollo de una mentalidad crítica respecto a la literatura científica.
Es crucial fomentar una cultura de colaboración y transparencia con el fin de combatir el fraude y el plagio, son necesarias la promoción de prácticas en investigación abierta y la colaboración interinstitucional y con otros investigadores para incrementar la transparencia y la reproducibilidad de la investigación y la literatura médica. Seguramente prácticas como las anteriores pueden ayudarnos a evadir la amenaza latente del fraude y el plagio en la investigación en salud.
REFERENCIAS
- The Economist. «There is a worrying amount of fraud in medical research». Accedido 15 de junio de 2024. https://www.economist.com/science-and-technology/2023/02/22/there-is-a-worrying-amount-of-fraud-in-medical-
- Rao, T. S. Sathyanarayana, y Chittaranjan Andrade. «The MMR vaccine and autism: Sensation, refutation, retraction, and fraud». Indian Journal of Psychiatry 53, n.o 2 (2011): 95-96. https://doi.org/10.4103/0019-5545.82529.
- McHugh, U. M., y S. M. Yentis. «An Analysis of Retractions of Papers Authored by Scott Reuben, Joachim Boldt and Yoshitaka Fujii». Anaesthesia 74, n.o 1 (enero de 2019): 17-21. https://doi.org/10.1111/anae.14414.
- McKie, Robin. «‘The Situation Has Become Appalling’: Fake Scientific Papers Push Research Credibility to Crisis Point». The Observer, 3 de febrero de 2024, sec. Science. https://www.theguardian.com/science/2024/feb/03/the-situation-has-become-appalling-fake-scientific-papers-push-research-credibility-to-crisis-point.
- Dugan, Kevin T. «Why Scientific Fraud Is Suddenly Everywhere». Intelligencer, 21 de mayo de 2024. https://nymag.com/intelligencer/article/why-scientific-fraud-is-suddenly-everywhere.html.
- Van Calster B, Wynants L, Riley RD, van Smeden M, Collins GS. Methodology over metrics: current scientific standards are a disservice to patients and society. Journal of Clinical Epidemiology 2021;138:219–26. https://doi.org/10.1016/j.jclinepi.2021.05.018.
- S.A.S, Editorial La República. «Crisis entre editoriales de revistas científicas y académicas ante citas y fuentes falsas». Diario La República, 20 de mayo de 2024. https://www.larepublica.co/globoeconomia/crisis-en-revistas-cientificas-por-las-citas-y-fuentes-falsas-3863506.
- Delgado-Noguera, Mario, y José A. Calvache. «Modelos actuales de publicación en revistas científicas». Revista de la Facultad de Ciencias de la Salud Universidad del Cauca 25, n.o 2 (10 de octubre de 2023): e2355-e2355. https://doi.org/10.47373/rfcs.2023.v25.2355.
- Sánchez, David Ameijeiras, Odeynis Valdés Suárez, y Héctor González Diez. «Algoritmos de detección de anomalías con redes profundas. Revisión para detección de fraudes bancarios». Revista Cubana de Ciencias Informáticas 15 (2021): 244-64.